Мой Боливар не выдержит двоих

El joven Bolívar iba cabalgando en un burro negro al lado de su tío Miguel Sanz quien iba montado en un suntuoso alazán. El joven miraba con envidia el caballo del tío y, movido por la rabia propia de los celos, se empeñó en dejar atrás al hermoso caballo. Cuando Sanz se dio cuenta de los desmesurados esfuerzos del sobrino, le dijo:

–No hay que agitarse de esa manera. Usted nunca será un hombre de a caballo.
–¿Qué quiere decir con "hombre de a caballo"? –preguntó el joven Bolívar.
–El hombre de a caballo es el que sabe montar y maneja bien un animal.
–¿Y cómo podré yo ser un hombre de a caballo montado en un burro que solo sirve para cargar leña?

Ante la viveza de la respuesta, Miguel Sanz decidió regalarle su primer caballo. Así comenzó la vida del Libertador como jinete, y desde entonces procuró no despegarse mucho de estos animales; si no estaba montando, visitaba las caballerizas procurando su cuidado.

A caballo liberó al continente americano y los mismos llaneros, de quienes se decía que habían nacido sobre un caballo, lo apodaron "Culo de Hierro", pues era capaz de cabalgar más tiempo que cualquiera de ellos.

Su caballo más famoso, que comenzó a acompañarlo en sus travesías poco antes de la Batalla de Boyacá, era una yegua blanca llamada Palomo. Con ella; o comparte o aparece en todos sus retratos ecuestres. Mucho se ha mitificado la relación de Bolívar con el animal. Cuentan que Palomo reconocía la voz del Libertador y que temblaba de emoción y respeto ante él. También que su relación era tan estrecha que cuando Bolívar no pudo negarse a la petición del mariscal Santa Cruz, de que le regalara a Palomo, la yegua murió de tristeza lejos de su amo.

Bolívar como una figura muy carismática, muy innovadora, un precursor de nuestro tiempo: anticipó de 145 años la Unión Europea y gobernó un territorio 5 veces más grande que el de Napoleón Bonaparte.
Maffei no quería escribir una completa biografía de ese personaje, más bien contarnos de la dicotomía entre el Bolívar de los mitos y el de la realidad, humano, con su defectos como cualquier otra persona.

De hecho, en Venezuela, Bolívar es visto como una divinidad, con plazas y ciudades enteras dedicadas a él. El Simón que está descrito en el libro es un hombre enamorado, un hombre que con todas sus victorias sigue siendo un hombre con sus errores y sus pasiones. Por ejemplo, nos contó de su amor por Manuela, la mujer guapísima que más de una vez le salvó la vida cuando los españoles lo buscaban. Esta mujer era tan inteligente -y conocida por su astucia- que cuando Garibaldi llegó a Sur América, la buscó, encontrándola en un muelle donde vendía galletas a los marineros y traducía letras de amor. Sin duda que por este motivo fue criticado por el embajador Venezolano, porque no representó al Bolívar divinizado por todos y ejemplo de amor patrio y perfección.

Bolívar es conocido por sus astucias de guerra. De hecho es considerado el inventor de las guerrillas, aquellos ataques realizados por sorpresa al ejército enemigo durante sus desplazamientos. Además, el famoso comandante se apoyó mucho en la técnica de las falsas noticias y tenía algunos falsos periódicos que publicaban por él algunas noticias falsas de los desplazamientos de su ejército para engañar al enemigo. También enviaba muchísimos falsos mensajeros de un lado a otro del país para que se dejasen capturar a propósito por el ejército enemigo para dar informaciones erróneas y despistarlo. Bolívar murió odiado por muchísimos políticos venezolanos ya que los había acusado de ser corruptos.

Venezuela, desde siempre, ha sido un país riquísimo que ha sido depredado hace mucho tiempo por los españoles y ahora por las multinacionales. El profesor Maffei nos explica que, desgraciadamente, hoy en día este joya de país está caracterizado por las continuas guerras entre bandas y eso causa muchísima inseguridad, además de la pobreza y de los valores corrompidos que han hecho que la máxima aspiración para muchos de los jóvenes no es ser un comandante como Bolívar, sino tener una novia como Pamela Anderson o salir con un rico americano.